El color nos rodea, vivimos y respiramos color a menudo en un nivel subconsciente. ¿Cuántos de nosotros damos por sentado el color? A menudo estamos tan ocupados en nuestra vida diaria que no nos detenemos y nos damos cuenta del caleidoscopio de color que nos rodea. Imagina un mundo sin color; ¿Cómo afectaría esto a nuestros sentimientos y emociones, nuestra expresión creativa y nuestra percepción del mundo en el que vivimos?

Los colores de nuestro entorno nos afectan a diario, pueden actuar como desencadenantes inconscientes que influyen en cómo pensamos, sentimos y reaccionamos ante el mundo que nos rodea. Podemos ver alrededor de 7.000.000 de colores, algunas combinaciones pueden crear un choque de sentidos mientras que otras combinaciones crean una atmósfera de armonía y equilibrio. La elección correcta de colores puede crear un refugio para la relajación o un entorno que puede aumentar la productividad, estimular la mente y elevar los niveles de energía.
PublicidadEl color nos afecta a todos en un nivel muy profundo, a menudo usamos el color para describir cómo nos sentimos. Instintivamente sabemos qué simboliza un color en particular o cómo nos hace sentir. Piense en frases como: sentirte triste, asociado comúnmente al azul o el rojo con la ira.
La cromoterapia se basa en el principio de que todos necesitamos luz y color para mantenernos bien equilibrados y en buena salud. La luz natural contiene todos los colores del espectro que nuestros centros de energía necesitan para mantenerse bien física, emocional, mental y espiritualmente. Es fundamental que pasemos un mínimo de media hora al día con luz natural sea cual sea el clima, ya que absorbemos la luz y los rayos de color a través de los ojos y la piel.

La terapia del color ha sido popular desde la antigüedad. En la Antigua Roma, se recomendaban piedras rojas preciosas para detener el sangrado, mientras que en China, los curanderos curaban las molestias estomacales masajeando suavemente el vientre del paciente con el color amarillo. , nociones como estas han dado paso a la comprensión científica de la luz como energía electromagnética, y del color, determinado por su frecuencia. La posibilidad de que la energía de la luz pudiera interactuar con un organismo vivo y afectarlo motivó la terapia moderna del espectro de colores, que se hizo popular cuando se descubrió la capacidad de curar el raquitismo con luz ultravioleta. (que es un componente de la luz solar) permite una reacción bioquímica en la piel que produce vitamina D y, por lo tanto, corrige la deficiencia de vitamina que causa el raquitismo. También se sabe que un tipo específico de depresión asociado con los meses oscuros del invierno (llamado trastorno afectivo estacional) puede aliviarse mediante la exposición a una fuente de luz artificial adecuada que imite la luz solar. La exposición de las retinas a esta luz parece ser importante; el mecanismo terapéutico puede involucrar la química del cerebro (neurotransmisores) afectada por esta exposición. Por lo tanto, existe al menos alguna base científica para la idea de que la luz puede mejorar la salud y el bienestar de una persona.

Dentro de las tradiciones curativas orientales, también existe una interpretación cromática de los chakras y el sistema energético humano, en la que cada chakra está asociado con un color característico determinado, y que la exposición a determinados colores puede tener un efecto de mejora de la salud. La fotografía Kirlian representa un intento de llevar la detección de estos colores más allá del ámbito subjetivo de los curanderos intuitivos a una metodología científica reproducible. Actualmente, la controversia rodea el origen y significado de los patrones producidos por objetos en películas fotográficas en presencia de campos eléctricos de alto voltaje. Algunas personas creen que estos patrones representan el campo de energía humana, las auras y los chakras. Otros desacreditan estas ideas y ofrecen explicaciones puramente físicas basadas en la ionización del gas en presencia de humedad.
PublicidadCualquiera que sea el caso, ahora está bien establecido que los procesos bioquímicos y el metabolismo en el cuerpo y el cerebro van acompañados de señales eléctricas, que pueden detectarse, por ejemplo, con electrocardiogramas y electroencefalogramas. Imagina cómo habría reaccionado la mentalidad occidental de hace 200 años cuando se le hubiera presentado la propuesta de que el corazón y el cerebro humanos producen señales que ahora se utilizan de forma rutinaria en los diagnósticos médicos estándar.
Las prácticas de la filosofía oriental, como el yoga y el tai chi, que guiadas por la teoría de los chakras y sus colores y meridianos de energía, pueden conducir a mejorar la salud, la longevidad y bienestar.
El famoso médico estadounidense John Lieberman, después de muchos años de experimentos, descubrió que mientras el rayo de luz pasa a lo largo del nervio óptico, se divide en dos partes: un eje crea la imagen visual del objeto en el cerebro y el segundo afecta el hipotálamo. , el órgano responsable de mantener el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y los sentimientos de alegría y miedo entre otros. El cerebro reacciona de manera diferente a diferentes luces y con la ayuda del sistema endocrino, estimula la producción de diversas hormonas. La luz naranja estabiliza la función renal, La luz verde mejora el funcionamiento de los sistemas cardiovascular y sanguíneo, la luz azul calma los nervios y contribuye a reducir la depresión, el rojo aumenta la potencia y la fuerza física, mientras que el violeta nos rejuvenece.

¿Cómo saber qué colores necesitamos?
El color nos rodea en todas partes, algunos colores literalmente saltan hacia nosotros, instantáneamente e instintivamente respiramos mientras experimentamos ese sentimiento. Estos son los colores de los que debemos rodearnos en ese día en particular. Podemos colocar objetos de colores en nuestro espacio de trabajo o decorar nuestro espacio vital con flores de nuestro color elegido. Podemos llevar bufandas, ropa o piezas de joyería con nuestro color elegido.
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