El origen de los parásitos astrales puede remitirse a las formas de pensamiento negativo que se distribuyen en diferentes planos etéricos y que no desaparecen nunca.
Hay que recordar que la energía ni se crea ni se destruye y que solo se transforma. Es más, estos se ubican en algún lugar de los distintos planos dimensionales existentes en ese momento, y se transforman en seres cuya ubicación es el plano astral.
Las energías negativas se alimentan de todos los pensamientos que se crean en la mente humana, especialmente aquellos cargados de emociones e intenciones negativas. La cantidad de energía termina creando formas parecidas a remolinos pero llenas de inteligencia y propósitos, entre los que destaca el mantener su propia supervivencia, y que se alimentan de los mismos tipos de energía que les dieron origen.
Todas las energías pueden ser positivas o negativas. Estas energías negativas generadas por una sola persona, pueden generar negatividad en otra o incluso a grupos enteros de personas. Las entidades astrales se pueden encontrar en innumerables ambientes o lugares que se alimentan de nuestra luz a través de nuestra aura. Pueden encontrar su sustento en nuestros miedos, desesperación, ira, resentimiento, amargura…
Estas entidades pueden llegar a “parasitar” prácticamente todo nuestro campo áurico, de ahí el nombre de parásitos astrales.
Todas las energías puede ser positivas o negativas
Finalmente, se debe tener claro que los pensamientos negativos pueden traer energías que no hacen bien a la personalidad y al físico de las personas. Es necesario hacer un manejo de energías para poder controlar en nuestro ámbito los planos astrales que influyen en nuestra vida diaria.
Al parecer -según la autora- esto no es solo mito, es una realidad que los astros rondan nuestra vida.
Fuente: Laura Monroy – Frecuencia Cósmica
https://www.utadeo.edu.co/es/noticia/emisora/emisora-oyeme-ujtl/7451/que-son-los-parasitos-astrales