Los babilonios dividieron el cielo en 12 partes iguales, asignando una constelación a cada una de manera ordenada, según el sol atravesaba el cielo. Este es el origen de los signos zodiacales, que son una serie de constelaciones a través de las cuales el Sol, la Luna y los planetas parecen desplazarse en el cielo.
PublicidadSin embargo, a medida que el eje de la Tierra se inclina con el tiempo, según la NASA, algunas constelaciones, como Ofiuco y Cetus, que no se encontraban dentro de la elíptica en el momento en que los babilonios crearon los signos zodiacales, hoy en día entran en ella. A pesar de esto, Ofiuco y Cetus no afectan los signos zodiacales tradicionales, ya que no se encuentran dentro del arco zodiacal tradicional, y no fueron incluidas originalmente como parte de los signos zodiacales.

En cuanto a su mitología, Ofiuco se relaciona con la mitología griega y representa al cazador o portador de serpientes. Ofiuco corresponde con Asclepio, hijo del dios Apolo y la mortal Corónide. Este desarrolló tal habilidad en medicina, que se decía que era capaz incluso de resucitar a los muertos. Muy ofendido por ello, Hades pidió a Zeus que lo matara por violar el orden natural de las cosas, a lo que Zeus accedió. Sin embargo, como homenaje a su valía, decidió situarlo en el cielo rodeado por la serpiente, símbolo de la vida renovada.

En cuanto a Cetus, el Sol transita apenas un par de días por ella, representa un monstruo marino y existen ambigüedades sobre si el nombre del monstruo marino era realmente cetus como nombre genérico para un monstruo marino o si se refiere a Ceto en particular como deidad marina. En la mitología se cuenta que Casiopea estaba tan orgullosa de su belleza que, por rivalizar con las Nereidas, éstas pidieron a Poseidón, dios de los mares, venganza y él en respuesta envió al monstruo marino a las costas del país causando grandes males, para enfrentar esta situación se ofreció a la princesa Andrómeda como sacrificio para evitar la destrucción del monstruo quien finalmente fue salvada por Perseo.